10- NEVERLAND

En la más que aceptable película de ‘Hook’ (Steven Spielberg, 1991), Peter Banning, que en su niñez fue Peter Pan, debe volver al "País de nunca jamás" a recuperar algo (no contare la película). La cosa es que el hombre ya ha cumplido los cuarenta, ya no cree en los cuentos de hadas y teme no encajar en un mundo con piratas y niños que no se hacen mayores. Evidentemente, al final él es el más niño. El tipo no se hace pequeño, no, pero se comporta como tal. Con este breve resumen del filme, vengo a comentar la importancia, y los peligros, de adaptarse a lo que toque. El clásico "be water, my friend". Y esto es precisamente lo que tienes que hacer cuando vas al Ezpala, en especial si vas al piso de abajo. Es un lugar donde tienes la obligación de volver a la adolescencia. Incluso diría a la preadolescencia. Ya sabéis: chupitos de peche, señalar al techo mientras bailas, jugar con el iPhone para que parezca que te escribes con alguien, reírte, gritar la canción que suena, tocarle el hombro a la gente que está de espaldas y apartar rápido la mano, saber que estas chorreando en sudor y que no te importe, reírte más, rezar para que ninguno de tus amigos ligue, estar más de dos segundos mirándote con una chica y apartar la mirada, arrepentirte de haber apartado la mirada, reírte mucho más, quitarle hielos a la copa y tirar a dar, chocarle la mano muchas veces a la misma persona, pegar el papel de la cerveza en la espalda de un amigo y caerte al suelo de la risa, tartamudear si una chica te habla, meter la cabeza en mitad de cualquier grupo que se esté sacando una foto, saber que estas muy borracho y seguir bebiendo, pensar que bailas bien, etc. Resumiendo, ser tú mismo. !Sorpresa! Peter Banning también se da cuenta de eso, de la importancia de ser autentico y, nada más regresar al mundo real, deja su trabajo de abogado y se empeña en buscar aquello que le hace más feliz. Así que ya sabéis, si algún día quieres volver a ser esa persona llena de inocencia, esa inocencia que nunca debiste perder, pásate por el Ezpala, donde la felicidad se consigue con poco y donde, aunque solo sea por unas horas, puedes olvidarte de ser una persona mezquina y egoísta. Incluso, con mucha suerte, salgas con otra perspectiva de casi todo. 

Posdata: Crisálidas causaron catarsis.