El programa Erasmus viene a ser un intercambio de alumnos
por diferentes universidades europeas (ahora ya no es necesariamente por
Europa). Sí, pero también viene a ser que rompes con tu pareja y no la vuelves
a recuperar. Le esta pasando a mucha gente y es bastante gracioso. Tengo un
colega que llevaba muchos años saliendo con una chica. Era una relación aparentemente
perfecta: quedaban 3-4 días por semana, cenaban juntos los sábados, salían juntos de fiesta, conocían a los padres, sus facturas de teléfono
asustaban y ni siquiera se ponían los cuernos. Pero un trágico día a ella le
dieron "un Erasmus" para irse a Polonia seis meses. Lo hablaron y, conociendo
los antecedentes en otras parejas, decidieron que lo mejor era terminar. Lo
decidieron en base a la imposibilidad de mantener no una relación a distancia,
sino una relación a distancia con uno de ellos de Erasmus. Cuando me lo
contaron no entendí absolutamente nada. Me sorprendió mucho que ambos
decidiesen terminar con una relación de tantos años y que en la que los dos,
supongo, había depositado mucha ilusión. Estuve perplejo hasta que cierta gente
me comentó de que va el rollo en los Erasmus. Resulta que la gente aprovecha
los Erasmus para experimentar, y no solo con las drogas. Aprovechan que están
fuera de casa para hacer cosas que nunca habían hecho, y que ni se imaginaban haciendo.
Beber entre semana, pagar por sexo, engancharse a la codeína, apostar
compulsivamente, quemar vagabundos, etc. Es algo que me parece gravísimo.
Gravísimo que tengan que irse fuera para hacer todo eso. A esta pareja en
cuestión la broma les costo una relación de 6 años. Lo interesante de la
historia es que la chica volvió, volvió a su ciudad, volvió a sus hábitos, a su
vida sana, pero no volvió con su novio, mi amigo. La duda me consumía, así que
decidí llamarle un día para preguntarle, ya que había vuelto a su vida de
antes, por que no volvía también con su novio de antes. Me dijo que la práctica
de tanto vicio por Polonia le hizo abrir los ojos. Y que, pese a que echaba
mucho de menos el vodka de por las mañanas, la rayita del mediodía y la pipa de
crack antes de irse a la cama, lo que más añoraba eran aquellas bacanales en su
piso, que en vez de una vivienda a veces parecía el set de rodaje de una
película porno. Me dijo que no era buen plan eso de mantener todos sus vicios, así que
eligió mantener el menos nocivo de todos, el del sexo. Bien pensado.
Posdata: A las cosas por su nombre.