Un amigo defiende que, ya que la felicidad absoluta se
consigue al librarte de todas tus envidias, no deberíamos seguir preocupándonos
en intentar conseguirla. Es mejor asumir que no va a ser posible. Yo, aunque lo
considero un sabio, creo que esta vez se equivoca, sin que, por ello, le sobre
razón. Se dice que la envidia es, junto con la lujuria, el pecado que más se
comete y, junto con la pereza, el que menos deberíamos cometer. Como una vez le
escuché decir a un cura ficticio: “La envidia, a diferencia de los otros seis,
no te aporta nada”. Pese a todo, somos envidiosos por naturaleza, sin que esto
tenga que significar que somos infelices por naturaleza. Puede parecer un lío
pero no lo es. El único problema es que pasamos demasiado tiempo sobrios. O de
eso me intentaron convencer el otro día. Conocí a una chica en el Etxekalte este
fin de semana que tenía respuestas para todo. Corrijo, tenía la misma respuesta
para todo: “Deberías beber más”. Creo sinceramente que en un futuro su nombre
aparecerá en los libros de historia. La tía comentaba que hasta que un problema
te pareciese realmente un problema estando como una cuba, no era realmente un
problema. Decía que cualquier duda, inseguridad o temor, mejor pasarlos por el
cristal y entonces decidir si son merecedores de tu estrés. Decía que una mente
oscurecida ayudaba a verlo todo mas claro. Tiene su sentido. También decía que
estar ebrio te hace comprender la inutilidad de la mayoría de tus actos y del
poco sentido que tienen. Resumiendo, para ella, la embriaguez es la felicidad
absoluta. Por eso cuando estas borracho no quieres que ese momento se acabe
jamás. El alcohol es la medicina contra cualquier cosa. No es que la gente
quiera evadirse u olvidarse de sus problemas (que también), es simplemente que
quieren ser completamente felices durante un rato. Quieren conocer su otro
lado, sus pensamientos ocultos, su (puede que sea así) verdadera forma de ser,
etc. Pensar diferente a como lo hacen a diario. La chica me comió la cabeza
durante toda la noche con sus maravillosas teorías. Fue una lastima.
Posdata: Si no entiendes de física cuántica, mejor no
hablar de ello.