31- IN DA CLUB

Dicen los sabios que la suerte es cuestión de buscarla, pero qué sabrán ellos de lo que sintió este principiante al enfrentarse a las órdenes de un director consagrado como Diestro Shady. La idea de no poder estar a la altura del remake de ‘Amor al Contado’ me paralizó el primer día de rodaje. Apuré el cigarrillo del descanso, sequé el sudor frío de las ingles e intenté acordarme de las técnicas del libro de autoayuda que me dio mi madre por navidades. Todo lo que quieres está al otro lado del miedo, logré acordarme abriendo la puerta del hotel Astoria. Divisé el ascensor al fondo, saludé a Sven, el eléctrico, con una frívola sonrisa, arrastré mis piernas un par de pasos y hundí mi mano izquierda en los genitales, estirando mi pene empequeñecido por el miedo al fracaso. La recepcionista me esbozó una semiluna con sus labios. Ella también parecía controlar a la perfección la mueca que le brindé al genio de las luces. Saqué la mano de los calzoncillos y la alcé en su dirección como gesto de complicidad. La mujer bajo la mirada y enseguida comprendí que en periodo de recesión era demasiado pedir que me correspondiera al saludo en un hotel de cuatro estrellas. Nadie se quiere jugar el trabajo por un error de protocolo, Ren y menos por un puto principiante como tú, me castigué. Fue entonces cuando decidí sustituir el prestigioso libro de Jack Canfield por un trago de Jack Daniel’s en la cafetería del lujoso Hotel. Avisté con remordimiento el ascensor que me elevaría al set de rodaje ubicado en la suite del 4º piso. Maldita educación católica que me dieron… me descojoné farfullando. Me sequé por última vez el sudor de las ingles y me saque la mano para despedirme de la recepcionista.

¡Que le jodan a Diestro y su perfeccionismo!, pensé adentrándome en la cafetería como ‘50’ in da club, con el cuello alto, los hombros bien atrás, moviendo los brazos en péndulo y arrastrando las piernas bien abiertas para prevenir el roce en las ingles. “And you know we don’t give a fuck it’s not your birthday”, balbuceé apresurándome a la barra sin reparar a las miradas de asco del ejercito de jubilados. El más valiente me recriminó que le recompensara por haber derramado el maldito poleo menta de su mujer al apoyar el codo cual ‘boss’ en la barra. Fruncí el ceño mordiéndome los carrillos, dejándole claro quién era el macho alfa de la manada. El viejo carraspeó un par de insultos y ahuecó el ala sin rechistar, defendido por su mujer. La camarera me acercó el lingotazo, mojé los labios y exhalé un sonido sosegado de placer tipo “aaahh”, subiendo la cabeza en diagonal a la derecha. Joder con la camarera, que buena está, fue lo siguiente que recuerdo. En serio te digo, era una diosa de ébano. 1,70 de lujuria, labios carnosos, pelo corto teñido de rubio y una sonrisa que en un interrogatorio te haría decir que fuiste tú quien mató al puto Kennedy. ¿Me entiendes, no? Sabía que tenía que decirle algo a la mulatita de mi corazón. Me arme de valor y, cuando me iba a cobrar el whisky, la cogí del brazo, suave pero firme, y la acerque hacia mí, mientras la otra mano se aventuraba a acariciar la piel tostada de su cara. Joder, era suave de cojones tío, como cuando te echas 6 o 7 pajas seguidas por no poder dormir y te echas esa puta crema Nivea para aliviar el dolor. Ese tipo de suavidad, ¿me entiendes? La cosa es que la chica reaccionó de una manera positiva. Me guiñó un ojo y me indicó que terminaba a las 7. Yo espeté que la esperaría a la salida, le dije que vivía al lado, en Carlos I, y que la esperaría. Miré el reloj. 18:26. Me acordé de que Susana estaba fuera por unos días y se había llevado a los hijos. Se iluminó mi cara. Debía ir a arreglar la casa para la esperada visita. Le dejé mi número de teléfono, le indique la dirección y me despedí besando con cautela su mano. Un hombre verdadero se descubre en los pequeños detalles.

Arreglé la casa e invertí el resto del tiempo seleccionando la banda sonora de nuestra futura velada. ‘Again’ de Lenny Kravitz, ‘Fistful of Love’ de Antony and The Johnsons… Ya sabes todo ese rollo cómo va. Llegó a las 19:18 y esos 18 minutos se me hicieron más largos que a los judíos la llegada del mesías. Abrí la puerta, la abalancé hacia mí y me empalmé cuando su lengua juguetona hizo contacto con la mía. La apreté de las nalgas contra mi polla, dejé que su coño prieto se rozará con mi glande, la aparté para comer su cuello e introduje mi dedo índice en su cavidad oral forzándola a que bajara a la altura de mi ya no tan pequeño pene. Me desabrochó con sigilo inclinando la cabeza hacia arriba y mirándome fijo a los ojos mientras se mordía el labio lujuriosa y…

-Pi-pi-pi-pi, pi-pi-pi-pi… Sonó el puto despertador así sin más. Sin previo aviso. Te la creas o no esa es la razón por la que llego 2 horas tarde al tajo, jefe. Ya sé que me tienes dicho que olvide esa mierda de ser actor, pero a veces me persigue en sueños...

-No me mires así hombre, no volverá a suceder… Por cierto, Susana me ha dicho que los niños quieren ir de excursión con los abuelos. ¿A las siete te viene bien, suegro? Así Susi y yo aprovecharemos para darnos unos arrumacos. ¿Ya me entiendes, no?

-¿Suegro, por qué estás tan rojo?

Postdata: La vida es sueño, y los sueños, sueños son.

30- ILUSIONES

Hace unos días, tomándome un Macallan 18 con un íntimo amigo, surgió, para mi sorpresa, el tema de su ex-novia, que había sido tema tabú durante mucho tiempo. Bueno, en realidad no surgió, mi amigo lo sacó deliberadamente, ya que yo le estaba explicando la relación que existe entre la expansión de los agujeros negros en la galaxia M81 y el viento que pega al atardecer en la isla de Santa Clara. Justo cuando estaba en la mitad de mi interesante teoría, mi amigo me cortó y me dijo: “El problema con Samanta (nombre ficticio) fue que no era la mujer de mi vida, sino la mujer de mis sueños”. Interesante. Sí, yo también pensaba que eran lo mismo pero, al parecer, no lo son. Le miré extrañado y no le dije nada. Entonces, empezó a explicarme cómo, tras pocos meses, decidieron dejar la relación, al descubrir que no era simplemente una relación más. Eran dos personas hechas realmente el uno para el otro. El tipo me dijo que no necesitó más que esos pocos meses para tener claro que nunca encontraría a nadie como ella. Me contó que incluso le asustaba lo perfecta que era ella para él y lo perfecto que era él para ella. Y que, evidentemente, eso era algo que ninguno de los dos podía soportar. Tras pensarlo varios minutos, no me quedó otra que levantarme del asiento y empezar a aplaudirle. Joder, había sido una decisión brillante. Le dije que era un autentico genio, un adelantado a su tiempo. La verdad, tiene mucho sentido actuar de esa manera. Hay que ser un autentico erudito y sobre todo tener mucha sangre fría para conocer a la mujer de tus sueños y decidir que no quieres arriesgarlo todo. Con todo, me estoy refiriendo a la ilusión que se tiene de poder llegar a ser feliz con una persona algún día, que es algo con lo que la mayoría de la gente (me incluyo) negocia y no debería. Pensé que ojala hubiese hecho yo lo mismo con las mujeres a las que en su momento conocí, posteriormente descifré, después amé, más tarde desatendí, luego ignoré y por último olvidé. El tipo había entendido lo que era el amor; no arriesgarse a descubrir si realmente existe o no, pero tener la ilusión de que existe. Es un buen truco. Es parecido a lo que ocurre con la vida en general; lo que nos hace felices no es la felicidad en sí, ya que realmente no sabemos muy bien cómo valorarla ni calcularla, lo que nos hace felices es tener la ilusión de pensar que algún día llegaremos a serlo o que tenemos bastante claro lo que hay que hacer para conseguir serlo. Le pregunté si seguía teniendo contacto con Samanta. Me dijo que sí, que de vez en cuando hablaban y que, sorprendentemente, incluso habían llegado a plantearse el darse otra oportunidad. Es algo que se deben. Yo le dije que era una locura intentarlo. Que habían llegado muy lejos como para rendirse ahora. Le advertí, como él bien sabía, que descubrir que la mujer de tus sueños es exactamente igual que todas las demás, simplemente terrenal, es realmente duro. Le dije que ya no tendría margen para creer en nada más. Que ya no tendría salvación. Le aconsejé que estuviese tranquilo y no hiciese ninguna tontería. Al final, todo el mundo se acaba conformando con alguien menos mágico. Y es algo normal, ya que las decepciones con esa otra persona son algo superable. Es un sano equilibrio. Tu vida y tus sueños. No te atrevas a mezclarlos.

Posdata: Busca una explicación hasta que te convenza.

29- ROBERT KALINA

"¡Si ya no te queda otra redímete culpando a Robert Kalina, desgraciado! Pero recuerda que la culpa no es de quien inventó la pistola sino de quien dispara". Creo que fue lo último que dijiste mientras te dirigías a sentenciar de un portazo 2 años y miles de lágrimas sin apenas tornar la mirada. Acto seguido, aún aturdido por el estruendo de la puerta o por el bigote de zarpa que subía a congelarme el cerebro, logré entender que aquel dichoso hijo de puta debía de ser el único causante de todos mis males. ¿Siendo tan listo, cómo no lo vi antes? Maldije mi suerte dejando que la tarjeta dibujará una diagonal en un disco llamado ‘nostalgia, ULTRA’. Irónico el título cuanto menos lo es... Deduje entre sonrisas que se interrumpieron cuando deslicé el dedo con los restos del polvo a mi colmillo. Esta puta encima se ríe de mi sino, dejándome regalitos como este. Tuve que incorporarme de un salto porque los nervios me abatían. Lo tengo claro, maldita puta, lo sabias... Sabías desde un principio que el hijo de puta ese de Robert Kalina ha hecho que nos separemos. Que el jodido bastardo ese es el culpable de que te conociera en aquel bar de lo viejo con nombre de jazz. Aunque tenía un vago recuerdo de que fuera Curtis Mayfield quien rompió el hielo entre nosotros, pero debió de ser el cabrón de Robert Kalina. Ahora veo claro que también tuvo que ver cuando nos dimos el primer beso en la esquina de tu calle y de cuando me decías que no podrías encontrar a nadie como yo ni en 100 vidas. Puede que también fuera el responsable indirecto de cuando me fijé en la vecina de abajo. Él fue quien me hizo mentirte tras los diversos deslices con la vecina... ¿Pero, cómo cojones podía buscar yo al cabrón de Robert Kalina? Si ni siquiera lograba reconocer a través del espejo al cadáver que sangraba por los poros nasales. El paraje era digno de aquella peli del negrata de Nueva York, donde Monty descubre que toda la gente que conoce, incluyendo sus amigos de la infancia, le han tendido una trampa para encerrarle. Te entiendo Monty, siento lo que te pasó. Yo tan solo tengo que matar al bastardo de Robert Kalina para que ella vuelva. Me giré y volví a sentarme en el sofá, al comprender la levedad de la solución. Te encontrare Robert, mañana me enteraré de quién eres. Me convencí mientras enrollaba con cuidado el billete de 20 euros...

Posdata: Esta noche te quiero Robert Kalina. Vivo o muerto.

28- KAPRITXOS

Un capricho viene a ser algo que, sin saber muy bien porque, se te antoja de repente y pasa a ser tu única prioridad. Es algo que no atiende a razones, algo irracional. Es un capricho. Algo que te puede pasar. Explico esto porque me encapriché de la novia un buen amigo y no creo que fuese mi culpa. Desde el momento en que me la presentaron supe que no era una chica más. No hablo de físico, hablo de algo que sabes que esta ahí pero que no sabes a donde mirar para buscarlo. Solo nos dijimos “hola” pero yo ya era suyo. Supe mantener la calma durante un tiempo pero un día, meses después, mi amigo me contó que las cosas entre ellos no iban nada bien (no me especificó las razones) y que probablemente esa relación estuviese en las últimas. Reconozco que desde ese día estuve esperando como un loco a que lo dejasen para intentar algo con ella. Compartí todo esto con mis colegas y hubo unanimidad en que ni se me ocurriera. Me dijeron que no tenía sentido. Que era seguro que iba a perder un colega y que nadie me aseguraba que lo mío con esa chica fuese a funcionar. Visto así, si que me pareció una mala idea. Y llegó el día en que me enteré que lo habían dejado. Entonces pensé que también existía la posibilidad de que esa mujer fuese la persona a la que he estado esperando toda mi vida. ¿No debería arriesgar una amistad (una de tantas) por la posibilidad de conocer a la chica perfecta? Mis amigos seguían diciéndome que era un error. Que ninguna pareja esta predeterminada, que las parejas se hacen, y que sería muy egoísta por mi parte, sabiendo la de peces que hay en el mar, querer intentarlo con la ex-novia de un amigo. El tiempo pasó y mi atracción hacia ella fue intensificándose. La deseaba de verdad pero no sabía como contárselo a mi amigo. Estaba convencido de que no lo iba a entender, ya que yo no la conocía de nada, exceptuando un par de minutos quedando bien el uno con el otro cada vez que coincidíamos, y su lógica reacción sería mandarme a la mierda. Iba a parecer que mi única intención era la de putear, y yo no quería eso. Quería explicárselo de tal forma que pareciese que era de todo menos un capricho. Y eso era difícil, obviamente. Decidí andarme sin rodeos y contárselo como era (o casi). Pensé que nuestra amistad lo merecía. Quedé con él y le dije que llevaba mucho tiempo pensando en su ex-novia, y que tenía la intención de pedirle salir. Le explique que podía parecer algo ruin pero que en la vida no hay que perder nunca la oportunidad de conocer a alguien especial por muy ex-novia de un colega que sea. Le dije que me sentía muy solo y que tenía el presentimiento que esa chica era la idónea para mi. También le conté que me sentía mal conmigo mismo, ya que me parecía una especie de traición hacia él. Le juré que todo llego de repente, sin saber como. Supuse que, con esa explicación y como buenos amigos que somos, él me diría que no pasaba nada y que no le iba a molestar que un buen amigo suyo saliese con su ex-novia, y menos si le gustaba de verdad. Lo que no supuse es que el cabrón me conociese tanto como yo a él, o incluso más, y que no solo no se tragase nada de lo que yo decía, si no que tuviese la frase perfecta para que su ex-novia pasase de ser mi amor platónico, a ser una de las tías que mas grima me daba en el mundo entero. Solamente me dijo esto: “La tía no folla”. Es curioso lo efímeros que pueden llegar a ser los caprichos. Lo bonito de esta historia es que, tiempo después, la chica se enamoró de un argentino y se fue a Buenos Aires a vivir. Entonces, mi amigo me contó que lo que me dijo era mentira, que la tía era una autentica fiera en la cama. No me quedo otra que darle las gracias por aquella clase magistral de amistad.

Posdata: Un profesor en cada colega.

27- LOST IN DONOSTI

Hace unos días, un viernes noche para ser exactos, un colega y yo, viendo que era una noche bastante soft (lo viejo estaba vacío), decidimos ir al Garagar. El Garagar es uno de esos bares para estar sentados, "de lasai", y conocer gente adulta. Hablar con gente 10-15 años mayor que tú te hace reflexionar sobre muchas cosas. Resulta que estando ahí sentados, tomándonos unos licores, un par de mujeres se sentaron en nuestra mesa. Sí, mujeres. Debían tener unos 40. No lo preguntamos. Estuvimos bebiendo y charlando durante un buen rato. Ellas nos contaros cómo les iba el curro (una estaba en el paro), qué bares solían frecuentar y la de niñatos que hay por Donosti. Y nosotros les contamos cómo nos iban las clases (mi amigo es "ni-ni"), las discotecas que solíamos frecuentar y la de "maduritas" que hay por Donosti. La cosa se calentó (en el buen sentido de la palabra) cuando una de ellas empezó a hablar sobre su hijo. Premio. Hay dos frases que hacen que un hombre se ponga como una moto cuando las escucha: “soy millonaria” y “soy madre” (aka mami). Desde aquel momento, mi colega y yo empezamos a segregar mucha más testosterona de lo normal, mientras "la mami" seguía bebiendo más alcohol de lo normal. "La mami" nos estuvo contando que estaba harta de su matrimonio pero que, mientras su hijo no tuviese edad suficiente como para entender una ruptura, no pensaba dejar a su marido. También nos contó que su marido pasaba mucho tiempo fuera y que ella aprovechaba esas situaciones. Sí, mi amigo y yo íbamos a explotar. Al poco, la amiga de "la mami", viendo que nadie le estaba haciendo ni puto caso, nos preguntó a ver si alguien le acompañaba a coger un taxi. Mi colega y yo le miramos con tanta indiferencia que "la mami" decidió intervenir. Le dijo a mi colega que mejor se fuese con su amiga, ya que por aquí se iba a aburrir bastante. Mi colega se despidió de mí educadamente y se marchó con la amiga. A los cinco minutos me llego un mensaje. Uno de esos mensajes que te hacen sentir que eres el rey: “Que hijo de puta”. Le pregunte a "la mami" a ver si le apetecía tomar otra copa. Me dijo que sí, pero que mejor la tomábamos en su casa. A la mañana siguiente me desperté a su lado. En menos de cinco minutos me echó (de buenas maneras) de su casa. Antes de que cerrara la puerta, le dije que nunca había estado con una mujer casada. Me dijo que probablemente sí, pero que las anteriores no me lo habían dicho. Me contó que ella llevaba años haciéndolo. Que, como buena gente que era, prefería hacer feliz a muchas personas en vez de solo a una. Y que, a su vez, eso le hacia feliz a ella. Una teoría que me pareció curiosa. Le supo buscar trucos a la rutina. Volví a casa pensando en que toda relación tiene una fecha de caducidad y en lo bonito que eso me parecía. Desgraciadamente mi novia no entendió eso de que hacer felices a muchas personas es mejor que hacer feliz solo a una y me echo de casa. Menuda egoísta.

Posdata: Compartir es sufrir.

26- TAMBORRATXO

Tengo un colega que durante meses no paró de hablarnos de una chica. No seria nada raro si no fuese porque nos contaba que la chica tenía novio desde hace tiempo. Nos Contaba que hablaban por WhatsApp, que se ponían videos en facebook, que se dejaban películas, etc. Resumiendo, mi colega pensaba que era cuestión de tiempo el pasar por su cama y ella, yo supongo, le tendría por un buen amigo y poco más. Estos malentendidos suelen ser habituales, sobre todo con este amigo. Un tipo al que llamamos "Sahara". Resulta que durante el día de Donosti Eguna (el mejor día junto con ‘Santo Tomas’ para un donostiarra), paseando con mi novia, me lo encontré. El tipo tenía una resaca asquerosa, solo una zapatilla y su pantalón estaba medio roto. Le pregunté qué tal le había ido la farra del día anterior y si, por fin, había conseguido finiquitar el asunto con su misteriosa chica (a ninguno nos había dicho su nombre e incluso algunos dudaban de su existencia). El tipo solo me respondió que bebió demasiado. Solo respondió eso y se marchó. Mi novia, sorprendida por su aparente falta de modales, me dijo que, aparte de no despedirse, ni siquiera había respondido a mi pregunta. Yo le dije que sí, que con esa respuesta respondió no solo a esa pregunta, sino a muchas otras. Viendo cómo mi amigo se alejaba, recordé una de mis viejas teorías. Esa que dice que a cierta gente, en especial a los romántico-bebedores, le vendría bien decidir a qué van a jugar cada noche, y hacerlo de antemano. No se puede apostar a que dos caballos van a ganar la misma carrera. No puedes pillarte la borrachera del año y querer conocer a la mujer de tu vida (o al rollo de tu vida). Uno de los sobrevalorados escritores de este blog (lo son casi todos) escribió hace tiempo que hay bares en los que se juega a damas y otros en los que se juega a ajedrez, y tenía razón. Esto es algo parecido. Hay farras que deberían ser única y exclusivamente para injerir cantidades peligrosas de alcohol (y de drogas) y disfrutar de la compañía de tus amigos, y farras en las que debes beber lo justo (para desinhibirte y poco más) y salir a contar mentiras. Siempre me ha dado pena ver al típico borracho al que ni se le entiende lo que dice intentando seducir a alguna chica, y más si es amigo mío. Me da pena porque la primera impresión es clave. Y son parejas que podrían encajar estando sobrias, pero entiendo que una chica no quiera volver a ver al borracho que, sin conocerla de nada, intento robarle una copa. Mi novia opina todo lo contrario. Dice que la pasión no entiende de estrategias. Yo le aseguro que si nuestro primer encuentro hubiese tenido lugar en una víspera de Donosti Eguna, o en cualquier otro "finde", probablemente no solo no saldríamos juntos (estamos planeando el alquilar un apartamento), sino que pondría mala cara cada vez que escuchase mi nombre. La mujer de mi vida sería solo otra chica más a la que caigo mal. Debo reconocer que es una teoría que yo nunca lleve a la práctica. Yo tengo novia gracias a que hace un tiempo, un medico, debido a una leve cirrosis, me prohibió el alcohol durante unos meses. Ahí fue cuando la conocí. ¿Si no, de qué?

Posdata: Bebe hasta que te lo prohíban.

25- TRASTORNO

Echarse novia es un compromiso altísimo. Me refiero a que tienes que estar atento a mil cosas, dedicarle tiempo, preocuparte de que ella se sienta importante, hacer algún viaje, etc. Pero lo más complicado a la hora de echarte novia es que tienes que pasar de ser bipolar a ser "tripolar". Ya desde la infancia somos bipolares. Es necesario. La familia y los amigos son como tu novia y tu amante, con cada uno eres de una forma, y cuanto más lejos estén entre ellos, mejor. No lo digo porque se vayan a llevar mal ni nada por el estilo, lo digo por lo peligroso que seria, en ambos casos, que empezasen a hablar sobre ti. Es preferible que tu familia no sepa como te comportas con tus amigos y que tu novia no sepa que cosas le haces a tu amante (ni tampoco que tienes una, claro). Es muy típico en el ser humano eso de tener dos caras y, además, esta demostrado que es muy sano (no meto en la lista los comportamientos con desconocidos ni en estados de embriaguez, ya que son diferentes cada vez e inclasificables).

- Tipo con su familia > Tipo (cara A)
- Tipo con sus amigos > Tipo (cara B)
- Tipo con su familia y sus amigos a la vez > Tipo (cara A)

No importa que tus amigos no te reconozcan cuando te encuentres a tu madre por la calle y te pongas a hablar con ella. Ellos, también acostumbrados a cambiar de cara, lo entenderán. Al echarte novia, todo cambia. Tienes que inventarte otro personaje. No puedes ser tan falso como con tu familia ni tan autentico como con tus amigos.

- Tipo con su novia > Tipo (cara C)
- Tipo con su novia y sus amigos a la vez > Tipo (cara C)
- Tipo con su novia y su familia a la vez > Tipo (cara C)
- Tipo con su novia, sus amigos y su familia a la vez > Tipo (cara C)

Estando con ella siempre te comportas igual. Es lo más importante. Tienes que conseguir que el tipo que una vez le gustó, no deje de gustarle nunca. Otra vez, tus amigos entenderán tu cambio de cara y a tu familia, supongo, le dará igual con tal de verte con una chica. Explico todo esto porque un colega se salto hace poco estas reglas tan simples, y tuvo muchos problemas. El tipo, en un alarde de vanidad, llevó a su novia a una cena de amigos e intento ser él mismo, ya que, según él, le agobiaba mucho ponerse un disfraz cada vez que estaba con su novia. El experimento no salió nada bien. El tipo acabo completamente borracho y, al son de cánticos machistas, empezó a culpar de todas sus desgracias a las mujeres. Al día siguiente la novia rompió con él. El tipo, ya harto de tantas rupturas, me llamo y me hizo esta pregunta tan profunda: “¿Crees que a alguien le gustaré por como soy de verdad?” Le dije que era muy egoísta por su parte pensar que a alguien le debería de gustar por cómo era él de verdad, sobre todo siendo tan tonto y tan feo.

Posdata: ¿Qué estas intentando demostrar?

24- CASINO ROYALE

Este fin de semana, el sábado concretamente, estuve en el Casino Kursaal. Y todo lo que me habían contado era cierto, no es solamente un casino. No, no es solo un sitio donde puedes creerte un pez gordo cambiando 20 euros en fichas, pedirte un "Hennessy on the rocks" y ver como algún pobre diablo pierde los ahorros de la universidad de su hijo mientras vuelve a llamar a su mujer, diciéndole que la cena de empresa se está alargando, pero que llegará a casa en cuanto se acabe. Y tampoco es Chinatown, pese a la cantidad de asiáticos que suele haber por ahí. Es mucho más que todo esto. Pero hay que saber a que piso ir, esa es la clave. Al entrar, y pese a lo atractivo que pueda parecer perder mucho dinero en poco tiempo, no debes subir al piso de arriba, porque no volverás a bajar, al menos con la misma cantidad de verdes y de dignidad con la que subiste. El secreto esta en el piso de abajo, donde se encuentra la mejor discoteca de Donosti. Nada mas cruzar la puerta (no cobran entrada) tuvimos la primera sorpresa, ya que no sabíamos que el IMSERSO, además de económicos viajes, organizase visitas guiadas a este lugar. La segunda sorpresa me llegó al pedirme un Jack Daniel’s con Pepsi, al probarlo me pareció estar bebiendo enjuague bucal. Le pedí explicaciones a la camarera y me dijo que lo sentía mucho, que, por costumbre, a los ancianos, pidan lo que pidan, se les saca una bebida proteica con nutrientes y vitaminas, para evitar cualquier susto, ya que los desfallecimientos suelen ser habituales. La chica me cambió la copa y ningún problema. Mis amigos y yo nos lo estábamos pasando en grande. Es una discoteca que te ofrece mucho. La edad de la gente que esta ahí genera temas muy curiosos de conversación. Decidir si aquella cuadrilla de mujeres esta ahí porque es una despedida de soltera o porque han tenido funeral de una ellas, si la rubia platino que anda perreando por la pista es todavía una MILF o ya es una granny, si el ojo de aquel tipo es de cristal o no, etc. Todo muy bonito y especial. Hacia las cinco, un tipo de edad muy avanzada empezó a moverse de forma muy frenética y la gente, pensando que el hombre estaba recordando viejos tiempos, le hizo un corro. Sonaba el potentísimo ‘Dont Stop Till You Get Enough’ de Michael Jackson y el tipo parecía sincronizar sus pasos con el tempo de la canción. La gente lo estaba dando todo; pastillitas azules, olor a viejo y mucho descontrol. Dos minutos después el tipo se cayó al suelo. El personal sanitario que apareció al rato nos corto el rollo y nos acabamos yendo. Pero nos fuimos muy felices a casa. Felices y tranquilos. Antes de conocer ese lugar tenía algo de miedo a envejecer, miedo a envejecer solo. Ahora creo que se puede estar toda la vida igual, igual de bien. No importa que ya tengas 50 o 60 años, podrás seguir haciendo lo mismo. Podrás ir al casino los viernes y los sábados, tomarte unos chupitos de aguardiente y darlo todo hasta que amanezca. Lo repito, no es solo un casino. Es un lugar donde las viejas glorias dejan de ser viejas por un rato. Un lugar para románticos. Si cualquier tiempo pasado fue mejor, habrá que intentar repetirlo, ¿no?

Posdata: No me llames Lola, llámame Dolores.

23- PERRASMUS

El programa Erasmus viene a ser un intercambio de alumnos por diferentes universidades europeas (ahora ya no es necesariamente por Europa). Sí, pero también viene a ser que rompes con tu pareja y no la vuelves a recuperar. Le esta pasando a mucha gente y es bastante gracioso. Tengo un colega que llevaba muchos años saliendo con una chica. Era una relación aparentemente perfecta: quedaban 3-4 días por semana, cenaban juntos los sábados, salían juntos de fiesta, conocían a los padres, sus facturas de teléfono asustaban y ni siquiera se ponían los cuernos. Pero un trágico día a ella le dieron "un Erasmus" para irse a Polonia seis meses. Lo hablaron y, conociendo los antecedentes en otras parejas, decidieron que lo mejor era terminar. Lo decidieron en base a la imposibilidad de mantener no una relación a distancia, sino una relación a distancia con uno de ellos de Erasmus. Cuando me lo contaron no entendí absolutamente nada. Me sorprendió mucho que ambos decidiesen terminar con una relación de tantos años y que en la que los dos, supongo, había depositado mucha ilusión. Estuve perplejo hasta que cierta gente me comentó de que va el rollo en los Erasmus. Resulta que la gente aprovecha los Erasmus para experimentar, y no solo con las drogas. Aprovechan que están fuera de casa para hacer cosas que nunca habían hecho, y que ni se imaginaban haciendo. Beber entre semana, pagar por sexo, engancharse a la codeína, apostar compulsivamente, quemar vagabundos, etc. Es algo que me parece gravísimo. Gravísimo que tengan que irse fuera para hacer todo eso. A esta pareja en cuestión la broma les costo una relación de 6 años. Lo interesante de la historia es que la chica volvió, volvió a su ciudad, volvió a sus hábitos, a su vida sana, pero no volvió con su novio, mi amigo. La duda me consumía, así que decidí llamarle un día para preguntarle, ya que había vuelto a su vida de antes, por que no volvía también con su novio de antes. Me dijo que la práctica de tanto vicio por Polonia le hizo abrir los ojos. Y que, pese a que echaba mucho de menos el vodka de por las mañanas, la rayita del mediodía y la pipa de crack antes de irse a la cama, lo que más añoraba eran aquellas bacanales en su piso, que en vez de una vivienda a veces parecía el set de rodaje de una película porno. Me dijo que no era buen plan eso de mantener todos sus vicios, así que eligió mantener el menos nocivo de todos, el del sexo. Bien pensado.

Posdata: A las cosas por su nombre.

22- PROYECTO NOVIA

ANTES nada le asustaba, ni siquiera beberse dos botellas de vino blanco en menos de quince minutos. 
AHORA tiene novia.

ANTES los bares construían un tercer baño solo para él y lo amortizaban en pocos meses.
AHORA tiene novia.

ANTES su sola presencia en un bar pasadas las 5 a.m. causaba mucha inquietud entre las féminas del local.
AHORA tiene novia.

ANTES se hacían documentales sobre él y sobre como bailar con 3g/l de alcohol en sangre y sin caerse.
AHORA tiene novia.

ANTES se hacia transfusiones de sangre, sabedor de toda la porquería que solía ingerir.
AHORA tiene novia.

ANTES era un "ejemplo" para las generaciones venideras con su alcoholismo y sus malos modales.
AHORA tiene novia.

ANTES la zoofilia y la necrofilia eran inocentes experimentos de un borrachín.
AHORA tiene novia.

ANTES los jueces lo solían acabar soltando por falta de pruebas concluyentes.
AHORA tiene novia.

ANTES tenía unas resacas tan grandes que estuvo a punto de quitarse la vida un par de veces.
AHORA tiene novia.

ANTES le encantaba apagar su cerebro y ceder la responsabilidad de sus pensamientos a su tabique.
AHORA tiene novia.

ANTES le respetaban en los 4 prostíbulos que solía frecuentar.
AHORA tiene novia.

ANTES todas las mujeres con la que se acostaba le dejaban de hablar a los pocos días.
AHORA tiene novia.

ANTES eran frecuentes los internamientos en centros psiquiátricos tras noches llenas de ácido.
AHORA tiene novia. 

ANTES le daban propinas en los bares, ya que ayudaba a recoger los vasos (se los bebía) de la gente.
AHORA tiene novia.

ANTES las dudas existenciales y las depresiones estaban a la orden del día.
AHORA tiene novia.

ANTES su futuro le asustaba.
AHORA tiene novia.

ANTES no dejaba que nada ni nadie, excepto el alcohol y las drogas, controlasen su vida.
AHORA tiene novia.

ANTES sus amigos lo admiraban.
AHORA tiene novia. 

Posdata: Novia, sí, ¿pero a qué precio?

21- FALLING

Tengo un colega que siempre me vacilaba por no haber estado nunca enamorado de una chica. Yo le intentaba explicar que no entendía la diferencia entre que una chica te guste muchísimo y estar enamorado. Le decía que, por definición, estar enamorado significa sentir amor por una persona y que, teniendo eso en cuenta, se podría decir que estaba enamorado de mucha gente, incluidos bastantes familiares. Él me solía decir una frase que esta muy de moda: “Si no sabes lo que es estar enamorado es que nunca lo has estado”. Me decía que el día que me pasara me daría cuenta. Es un tema que no me suele gustar. No me gusta intentar definirlo todo, ni ponerle nombre a cada sentimiento. Tuve una novia a la que le encantaban las preguntas de ese tipo. "¿Te gusto o me quieres? ¿Me quieres o estas enamorado? ¿Estas enamorado o solo te gusto?". Cuidado, porque no existe una respuesta buena. La sola respuesta es un error, ya que luego te tocará argumentarla. Repito, cuidado. A mi amigo le molaba pincharme (él creía que lo hacía) con ese tema, le encantaba restregarme que él esta muy enamorado de su novia y decirme que con mi escepticismo nunca encontraría a nadie (si, es muy buen colega). Me decía que la clave estaba en cinco detalles, en cinco sentimientos. No sé si fue para demostrarle algo a mi colega o para demostrarme algo a mi mismo, pero una noche decidí salir a enamorarme. Fue un viernes en que la parte vieja estaba bastante vacía. Yo y un partenaire decidimos salir en busca de "los cinco". Ocurrió nada más llegar al Etxekalte. Mientras pedíamos unos vodkas con cerveza, una chica se puso al lado y me dijo que esa bebida tenía muy mala pinta. Yo le dije que sí, que era muy de hombres. Sin saber como, pasamos algo más de una hora hablando, mi colega se piro y nos quedamos solos. En un momento, mientras volvía de empolvarme la nariz en el baño, me quedé petrificado mirándola y fue cuando me dio por pensar. Me dio por pensar en "los cinco".   

1- Se que no es físicamente perfecta pero estoy convencido de que con el tiempo su físico me atraerá cada vez más.

2- Adoro su forma de ser y su sentido del humor, y me siento orgulloso de que cuando habla la mitad de la gente que le escucha se quede impresionada.

3- Siento que nunca en la vida me aburriría de su combinación ‘mente y cuerpo’.

4- Me doy cuenta de que lo que no soportaba de otras chicas en ella lo encuentro gracioso y entrañable.

5- Estoy convencido de que nadie va a sentir una atracción por ella como la que yo siento y se que es algo reciproco.

Por fin lo había conseguido. Estaba enamorado de una chica. Me despedí de ella tras unos besos y su número de teléfono, y llamé a mi partenaire de esa noche para contárselo. No le escuchaba nada. Estaba dentro de algún otro bar. Entre voces cortadas me pareció escuchar Be Bop, así que fui para allá. Entré dentro y se lo conté. El tío me dijo que eso era por el alcohol, que mañana no sentiría lo mismo. Al poco se nos acerco una chica y me pidió fuego. Le dije que fumar era malo. Me contesto que si, que ella era una chica mala. Le miré de arriba abajo. Mierda. Otra vez la puta lista. Al día siguiente le llamé a mi colega y le pregunté a ver si era posible estar enamorado de tres chicas a la vez. Me dijo que no es muy común, pero que nada es imposible.

Posdata: Sí, somos amormales.

20- REDENCIÓN

Hace poco, estando con las amigas de mi novia, tuve la oportunidad de presenciar una conversación donde cada una de ellas comentaba que cosas eran las más valiosas en su vida. Una de ellas dijo, sin dudarlo, que la familia era lo más importante en el mundo. Otra comento que las amistades, otra dijo que la pareja, etc. Lo curioso fue que todas, incluyendo mi novia, se quedaron mudas cuando una de ellas dijo que el perdón era lo más importante en este mundo. Todas se sorprendieron ya que, al parecer, la que lo dijo no era propensa a hacer putadas ni maldades, sino todo lo contrario, destacaba por ser una buenísima persona incapaz de hacer daño a una mosca. Las amigas, sorprendidas de que pudiera ser lo que remordía su conciencia, le preguntaron a ver que había hecho. Entre lágrimas dijo que le daba mucha vergüenza contarlo y ahí se acabó la conversación. Nadie dijo nada.

Resulta que, aunque ella creo que ni se acordaba, yo ya conocía a esa chica. Estuvo a punto de volverme loco. Hace unos tres años, un viernes noche, se acercó a mi, muy perjudicada por el alcohol, y me dijo que hacia tiempo que le gustaba, que le atraía muchísimo. Me dijo que quería llevarme a su casa y que quería empezar a salir conmigo. Que le veía futuro a lo nuestro. Todo aquello me sorprendió bastante ya que hubiera jurado que nunca nos habíamos visto anteriormente. Ocurrió que sus palabras y sus promesas hicieron muy bien su trabajo y ese día acabamos en su casa. Pese a mis veinte llamadas diarias, no supe nada de ella hasta tres fines de semana después, que la volví a ver en el mismo bar y con los mismos grados de alcohol en sangre que la última vez. Cuando le pregunté a ver que estaba pasando, que por qué no respondía a mis llamadas, me respondió que lo sentía, que había estado dándole vuelta pero que sus sentimientos estaban claros. Me dijo que me quería. Esas palabras tan biensonantes volvieron a meterse en mi cabeza y volví a ver su cara bañada por los primeros rayos del sol. Naturalmente, volvió a pasar de mí, cancelándome citas a última hora y diciéndome que se iba fuera cuando no era verdad. Decidí pasar de ella pero no pude. La historia se repitió durante muchos meses. Yo le dejaba utilizarme y ella lo hacía. Solo quedábamos para follar y solo cuando ella queríaNunca tomamos un café, ni dimos un paseo, ni un viaje. Nada. Pasó tantas veces que, involuntariamente, acabé muy pillado. Se lo conté y definitivamente la perdí. La seguí viendo de vez en cuando, vendiendo amor a diferentes tipos en los bares de la parte vieja. Ese era su juego. Todo valía con tal de echar un polvo. 

Curiosamente, la ahora amiga de mi novia, si se acordaba de mí y días después me llamó. Me pidió perdón por todo lo que me hizo. Me dijo que se arrepentía mucho de haberse aprovechado de mí. No me quedó más remedio que aceptar sus disculpas y desearle lo mejor. Me dijo que a veces es complicado darse cuenta que echar un polvo es cosa de dos. Que no significa lo mismo para las dos personas. Que mientras tú estas esperando que se vista, que se vaya y no volverle a ver en mucho tiempo, él esta pensando en tomar un helado contigo esa misma tarde y en tu regalo de cumpleaños. Y que por muy caliente que estés, un "me gustas mucho", un "quiero conocerte" o un "hacia mucho que no sentía esto por nadie", son frases demasiado bonitas como para regalarlas por un polvo de quince minutos que no va a significar nada. Me dijo que es mejor guardarlas, que sino pierden valor. Una persona no debería pensar que es especial para alguien cuando el único objetivo de ese alguien es follar. No es necesario tener que vender nada por un poco de sexo. Yo le dije que si somos egoístas para todo lo demás, esto no debería ser una excepción.

Posdata: Te "pendono".

19- EDUCACIÓN VS HIPOCRESÍA

¿Hay algo peor que enterarte de que a tu mejor amigo le ha tocado la lotería? Si, enterarte de que le ha tocado a tu ex-novia. En ambos casos creo que no verías ni un duro, pero no lo digo por eso. Y tampoco lo digo por la envidia que supone ver mucho dinero en manos de una persona conocida. Lo digo porque tengo un amigo que se pasa 24 horas al día y 7 días a la semana hablando sobre su ex y su vida es un autentico infierno. Tras estudiarlo durante un tiempo, he llegado a la conclusión de que es imposible e inhumano desearle felicidad a la persona que, después de estar contigo, voluntariamente decide que no quiere pasar contigo más tiempo. Es incluso racional el no hacerlo. Mi amigo tiene además la mala suerte de encontrársela casi cada día (son del mismo barrio) y de tener que pararse a preguntarle todas esas tonterías que preguntamos todos cuando no estamos cómodos con una persona: “¿Qué tal estas? ¿Cómo va todo? ¿Todo bien? ¿Entonces, todo bien?” Las despedidas también suelen estar a la altura del espectáculo: “Cuídate mucho. A ver si te veo pronto. Un beso grande (sin dárselo).” Verle en acción es digno de Broadway, y puede parecer que disfruta mucho de la conversación. Nada más lejos. En el momento exacto de alejarse empezará a escupir insultos. Cuanto más larga la conversación, más graves los improperios. Yo siempre le digo que tiene que poner fin a esta locura, que eso no es bueno para la salud y que un día debería decirle “hola” y seguir caminando. Me responde que eso seria de mala educación. Me dice que no pararse a hablar con la persona con la que has compartido muchas cosas es muy grosero. Yo, por el contrario, le digo que pararse a hablar con la persona que no te considero lo suficientemente bueno para ella es muy hipócrita. Siempre entenderé que una chica a la que he dejado ni me salude por la calle. Y también entiendo que una chica que te deja quiera intentar ser tu amiga. Supongo que es complicado ver el límite entre ser educado y ser hipócrita. Lo curioso es que a mi siempre me dejan y luego encima ni me saludan. Para eso no tengo explicación. Supongo que ellas si.

Posdata: Ser feliz debería ser más fácil.

18- CODIGOS

Las amistades, a diferencia de la familia, son una cosa que tú eliges. Estudias y analizas a ciertas personas y las introduces en tu mundo, en tu día a día. Son personas que están ahí porque son necesarias para ti. Porque sin su comprensión, sin sus alegrías, sin sus tristezas y sin sus tonterías, no seriamos nosotros. Somos lo que son nuestras amistades y les debemos a ellas nuestra forma de ser. La amistad es incluso algo demasiado serio para hablar de ello en este blog. Comento la importancia de la amistad porque hace poco tuve la desgracia de presenciar como dos amigos, sin llegar a los directos ni a los ganchos, fueron rivales, en el peor sentido de la palabra, durante una noche. Una rivalidad que surgió por una mujer. Este pasado fin de semana dos amigos conocieron a un par de chicas muy simpáticas. Una de ellas era un verdadero amor (la simpatía es proporcional a la falta de belleza) pero mis amigos, en vez de jugar en equipo y dejar que la suerte (en este caso, la guapa) eligiese, decidieron, sabiamente guiados por su testosterona, comenzar una lucha sin cuartel donde imperaba la ley del "todo vale". Nada más salir del Sariketa empezó la contienda. Ambos utilizaron la siempre fiable técnica de intentar desgastar al rival con alguna mentira por la espalda, alguna historia ficticia o directamente dudando de su orientación sexual. Todo muy normal. Fueron unos 10-15 minutos de camino al Be Bop donde hubo de todo menos sensatez. Al llegar al Be Bop, y como si de un combate de boxeo se tratase, ambos se sabían ganadores e incluso se reían de las posibilidades del adversario. Ocurrió entonces que, en un movimiento digno de un experimentado estratega, uno de ellos se quedó a solas con la chica mientras los demás entrábamos al bar. Cuando el otro se dio cuenta de la jugada, corrió rápido a una de las cristaleras para ver qué estaba ocurriendo ahí fuera. Me enteré después que sus miradas se cruzaron, y que el que estaba con la chica le dedicó una sonrisa parecida a la de un banquero que acaba de engañar a alguien. Este, en otra jugada ingeniosa, salió a fuera para decirles que dentro estaban regalando camisetas y consumiciones. El instinto homicida estaba a flor de piel. Era un duelo en la cumbre. Pero se arregló cuando, en una lección de amistad como no he visto en mucho tiempo, uno de ellos se apartó de la lucha, alegando fatiga y aburrimiento. Todo apuntaba a que el otro le iba corresponder con un apretón de manos, en señal de respeto mutuo, y diciéndole que él también se apartaba. Pero no. El otro amigo se fue corriendo a donde la chica y a los pocos minutos salieron del bar. No nos dijo ni adiós. Nos contó después lo que le pasó con la chica y que casi se ahorca (después de cometer un homicidio). En definitiva, todos perdimos algo aquella noche. Uno perdió salud, otro perdió fe y yo perdí tiempo. Supongo que para que ciertas cosas no vuelvan a pasar, tienen que pasar al menos una vez.

Posdata: El karma es una jodida puta.

17- CRISTALIZAR

Un amigo defiende que, ya que la felicidad absoluta se consigue al librarte de todas tus envidias, no deberíamos seguir preocupándonos en intentar conseguirla. Es mejor asumir que no va a ser posible. Yo, aunque lo considero un sabio, creo que esta vez se equivoca, sin que, por ello, le sobre razón. Se dice que la envidia es, junto con la lujuria, el pecado que más se comete y, junto con la pereza, el que menos deberíamos cometer. Como una vez le escuché decir a un cura ficticio: “La envidia, a diferencia de los otros seis, no te aporta nada”. Pese a todo, somos envidiosos por naturaleza, sin que esto tenga que significar que somos infelices por naturaleza. Puede parecer un lío pero no lo es. El único problema es que pasamos demasiado tiempo sobrios. O de eso me intentaron convencer el otro día. Conocí a una chica en el Etxekalte este fin de semana que tenía respuestas para todo. Corrijo, tenía la misma respuesta para todo: “Deberías beber más”. Creo sinceramente que en un futuro su nombre aparecerá en los libros de historia. La tía comentaba que hasta que un problema te pareciese realmente un problema estando como una cuba, no era realmente un problema. Decía que cualquier duda, inseguridad o temor, mejor pasarlos por el cristal y entonces decidir si son merecedores de tu estrés. Decía que una mente oscurecida ayudaba a verlo todo mas claro. Tiene su sentido. También decía que estar ebrio te hace comprender la inutilidad de la mayoría de tus actos y del poco sentido que tienen. Resumiendo, para ella, la embriaguez es la felicidad absoluta. Por eso cuando estas borracho no quieres que ese momento se acabe jamás. El alcohol es la medicina contra cualquier cosa. No es que la gente quiera evadirse u olvidarse de sus problemas (que también), es simplemente que quieren ser completamente felices durante un rato. Quieren conocer su otro lado, sus pensamientos ocultos, su (puede que sea así) verdadera forma de ser, etc. Pensar diferente a como lo hacen a diario. La chica me comió la cabeza durante toda la noche con sus maravillosas teorías. Fue una lastima.

Posdata: Si no entiendes de física cuántica, mejor no hablar de ello.

16- DONOSTI'S FINEST

“No voy a salir en mucho tiempo”. Es bastante frecuente escuchar esta frase. Esta muy de moda. Y si es un domingo, la escucharas saliendo de la boca de muchísima gente. Nunca hay que tomársela en serio. Es algo que creo que se dice con el único fin de automotivarse. Tengo un amigo que me demostró que si pudiésemos  ver todo que hacemos por las noches, no volveríamos a salir nunca más. Excepto algún masoca, claro. El tipo tuvo la brillante idea de darme un bloc de notas y de permitirme que le hiciera un seguimiento completo durante una noche. Este fue el resultado. Al tipo lo llamare X.

11.00 PM – La fiesta empieza. X esta sentado en un sofá de su local. A sus pies, una botella de 70cl de Ballantine’s, tres latas de coca-cola y una bolsa de hielos. Parece relajado. Con su móvil manda ciertos mensajes que no me permite leer.

00.00 AM – X sigue sentado. Ha ido dos veces al baño pero no puedo saber si solo a mear. Algunos de sus amigos se van a la parte vieja. Él les comenta que irá más tarde, que el whisky le está sentando muy bien. Se queda con otras dos personas. Están charlando sobre los beneficios del alcohol. Uno de ellos avisa que se esta acabando el hielo.

01.00 AM – La falta de hielo no ha sido problema alguno. La botella de Ballantine’s hace rato que ha vencido. Tras otro par de visitas al baño, algún mensaje más que sigue ocultándome y un par de gritos para meter prisa, X y sus dos amigos se dirigen a lo viejo.

01.30 AM – X les convence para echar el primer trago en el Arkaitzpe. Tampoco ha tenido que insistir mucho. Parece que las cartas están sobre la mesa. X me recuerda que no me despegue de él. También dice algo más, pero no le entiendo. Parece que el whisky ha empezado a hacer efecto.

02.00 AM – Los tres están hablando con un grupo de chicas. X le dice a una de ellas que le conoce de alguna otra ocasión, que incluso tiene su número de teléfono. La chica de repente parece no estar nada a gusto. Se llama María. La cosa se enfría y los dos grupos se distancian. Los tres se toman un chupito de tequila. Uno de ellos lo escupe y X se enfada. No consigo saber quién los ha pagado ni donde lo ha escupido. X empieza a bailar de forma muy acelerada e incluso parece molestar a la gente del bar. Al poco, salen y se van al Arraun.

02.30 AM – X está hablando con una chica en el Arraun. Parece que se lo están pasando bien. Los dos amigos salen fuera a fumar. X y la chica van a la barra y piden un par de Tanquerays con tónica. Intento advertirle que no es buena idea mezclar. No me hace caso. Siguen hablando un buen rato y la chica no para de reírse. X sale fuera a contestar una llamada. Salgo fuera y descubro que no hay ninguna llamada. Es un farol. Los dos amigos le felicitan por la jugada. X les pregunta que les parece la chica. Hay unanimidad en que esta muy buena. X entra, le pide su teléfono y sale. La chica se llama Sandra.

03.00 AM – X ha llamado a Maria de camino al Aker. No le ha respondido. Creo que han sido dos llamadas aunque él me lo niega. En el Aker, los tres se vuelven a tomar otro tequila. X pide un Jack Daniel’s. Se le ve feliz, eufórico. Intenta hablar con la camarera varias veces. La camarera le hace gestos de estar muy ocupada. X lo sigue intentando durante unos minutos. El bar esta muy lleno. X le pregunta a una chica si le apetece tomar algo. La chica le dice que no. X pide otro tequila. Los tres salen fuera. X se aleja unos metros y hace algunas llamadas. No puedo saber a quién. Se terminan sus copas y van a Etxekalte.

04.00 AM – Los tres están bailando en el Etxekalte. X ha mangado alguna copa. Parece que no le molesta beber copas aguadas. También ha salido varias veces para hacer llamadas. Me ha dicho que Sandra esta de camino. Me lo ha dicho hace mucho rato. Nadie ha venido. Siguen bebiendo y bailando. X empieza a hablar con una chica mientras esperan para entrar al baño. Están muy cerca el uno del otro. El baño de chicas se vacía y la chica entra. X hace la broma de intentar entrar con ella. A la chica no le hace mucha gracia. X vuelve a salir a hacer unas llamadas. Me reconoce que, además de llamar a Maria y Sandra, ha llamado a dos chicas más. Los tres salen del bar. X está bastante borracho y tiene dificultades para caminar recto.

05.00 AM – Los tres entran al Be Bop. Cada uno se pide una copa y empiezan a bailar. El suelo resbaladizo del Be Bop acentúa la borrachera de X, que está cerca de caerse en más de una ocasión. X sale a hacer unas llamadas. No consigo saber a quién. Dudo si alguien podrá entenderle a través de un móvil. Me dice que este experimento no ha sido una buena idea. X se encuentra con una conocida y hablan durante un rato. Al poco, empiezan a discutir por algo. Ella se va.  

06.00 AM – Los tres están apoyados sobre un coche afuera del Be Bop. X parece algo triste. Propone ir hacía el Victoria Café. Uno de sus amigos le recuerda que no le dejan entran. Se encuentran con gente conocida y les cuentan lo que han estado haciendo. Omiten bastante información. X se acerca a unos contenedores y vomita. Vuelve y dice que tiene mucha hambre. Tras una mirada cómplice, los tres comienzan a andar.

07.00 AM – Los tres se dirigen hacia sus respectivas casas, previo paso por unas maquinas expendedoras donde han comprado comida de dudosa calidad. X lleva un rato con el móvil en la mano. Me pide que le llame a ver si le funciona correctamente. Le llamo y su móvil suena. X está muy borracho.

07.30 AM – Estoy con X en su portal. Me dice que no entiende porque ninguna de las cuatro chicas ha respondido a sus llamadas. Le digo que creo que bebe demasiado. Me empieza hablar de irse a vivir fuera, de un cambio radical y cosas así. Le insisto en que bebe demasiado. Sigue hablándome de que necesita un cambio. Parece que lo dice muy en serio. Le ayudo a abrir su portal y me despido de él. Me da la impresión de que X tiene ganas de llorar. El experimento termina.

Al día siguiente le pase el bloc y le dije que fue curioso verlo de fiesta. Le cambia totalmente la personalidad. Bueno, no solo a él. Es curioso salir de fiesta, no beber nada y ver como se comporta la gente. El tipo me hizo quitar muchas cosas (sí, me censuró) y me dio luz verde para poner el resto aquí. El tipo sigue saliendo y bebiendo religiosamente cada fin de semana y no recuerda nada de querer cambiar de aires.

Posdata: Somos masocas, evidentemente.

15- AMISTAD

Tengo un amigo al que durante un año le fue imposible quedar más de una vez con la misma chica. Y no fue algo voluntario. El tipo ligaba bastante y era sexualmente muy activo, pero ninguna de las chicas con las que quedaba quería volver a "repetir" con él. Era un asunto muy curioso. Además, para que el tema resultase aún mas confuso, las chicas que lo conocían en profundidad no tenían más que buenas palabras sobre él, e incluso le solían presentar a otras chicas de sus propias cuadrillas. El tipo estaba encantado (os lo podéis imaginar). Su teoría era que ninguna de las chicas había disfrutado nunca tanto en la cama. Decía que disfrutaban demasiado y que nadie en sus cabales se querría jamás acostumbrar a algo demasiado bueno, por miedo a perderlo, y que era mejor intentar olvidarse de aquello, pero no sin antes compartirlo con alguna amiga. Fue una teoría que no convenció a mucha gente. Pero fue la única teoría. ¿Qué puede ocurrir para no querer volver a quedar con un tío pero, a la vez, querer que quede con todas tus amigas? Tras mucho tiempo conseguí sonsacarle la verdad a una de ellas, con la condición de contar toda la historia en este blog. Resulta que el tipo tenía un don. Bueno, tenia más de uno. Tenía una habilidad innata para romper condones y acabar fecundando a quien estuviese en su cama. La chica pasaba por un mal trago curioso pero, lejos de mandarlo a la mierda, le presentaba a su próxima victima, una supuesta amiga. A mi amigo le paso con siete chicas. Después se echó novia. Puede parecer enfermizo pero este tipo de cosas pasan casi a diario entre grupos de amigas y amigos donde, me seguirá sorprendiendo siempre, todas y todos hablan mal de todas y todos, y se desean el mal. La teoría no era tan absurda como parecía. Mejor intentar olvidarse de aquello, pero no sin antes compartirlo con alguna… ¿amiga? En mi cuadrilla tenemos una historia parecida que contaré en un futuro.

Posdata: Nada significa nada.

14- MONTAÑA RUSA

Los estados de ánimo son como las mujeres, muy difíciles de entender. Este domingo me encontré con dos amigos y les pregunté que tal les fue el sábado por la noche. Uno me dijo que fue de las mejores farras de su vida. El otro me dijo que al llegar a casa estuvo a punto de cortarse las venas. Me sorprendió bastante ya que, siendo los dos de la misma cuadrilla, sus noches tuvieron que ser bastante parecidas. Seguí con las preguntas y, efectivamente, los dos habían hecho lo mismo: Litros en un local, Arkaitzpe, Arraun, Aker y Etxekalte (todos muy buenos lugares). Todo se aclaró cuando les pregunté a ver si alguno "pilló". Uno me dijo que conoció a una tal Sheila y que tenía su numero de teléfono, pero que iba a esperar unos días antes de llamarle (bien pensado). El otro me dijo que estuvo hablando con una chica de Cabo Verde y que se lo pasaron como nunca (habría que preguntarle a ella), pero que de repente se fue. La única diferencia fue esa. Uno se fue a casa con un número de teléfono (al escribir esto ya me había enterado de que era falso) y el otro, no. Un insignificante número de teléfono era la diferencia entre ellos ese domingo por la mañana, y uno iba con una sonrisa de 'me acaba de tocar la lotería’ y el otro tenía la típica cara de ‘me acaban de dar tres meses de vida’. Un número de teléfono. Una posible cita. Nada más. Seguramente uno pasó una semana muy agradable y al otro le salió todo mal. De ahí, la importancia de intentar controlar lo incontrolable; El estado de ánimo. Como dicen en una de mis películas favoritas: “Hay que controlar las sonrisas y las lagrimas, porque es lo único que tienes y nadie puede quitártelo”. No ganas nada dándole vueltas a algo que no esta en tu mano. El tema de las señoritas que dan números falsos lo tocaremos otro día. (Si me dieran cinco centavos por cada…)

Posdata: Jodidos genes.

13- FLECHAS

Tengo un amigo (es más un conocido que un amigo) que durante muchos años ligaba, o intentaba ligar, de una forma muy extraña. Se acercaba a la chica que le gustaba y le preguntaba: "¿Crees en el amor a primera vista?" El tipo solía obtener respuestas muy variopintas, tales como: “Si, me pasó con mi novio” o “A ver, me lo acabas de preguntar hace media hora” (sí, era un poco pesado), por mencionar algunas. Yo, que incluso tuve la mala suerte de verlo en acción alguna vez, le solía comentar que era lo peor que podía hacer para ligar, ya que ninguna chica en su sano juicio se tragaría algo así. Lo curioso del caso es que al tipo le pasaba de verdad. No mentía. El resto de los mortales, cuando por la noche vemos a una chica que nos gusta, nos la solemos imaginar envuelta en situaciones muy sexuales o en algún divertido malentendido donde, por supuesto, acabas mezclando tu saliva con la suya. A él esto no le ocurría. Él se imaginaba paseos por la playa y cine por las tardes. Yo siempre pensé que era un principio de esquizofrenia o algo así, e incluso le intente convencer de que se hiciera alguna resonancia. Pues bien, tras una vida de escepticismo, doy fe de que el amor a primera vista existe. Este sábado estaba con unos amigos en la cola del Be Bop, ya sabéis, aprovechando el tumulto para robar alguna cartera, cuando conocí a un ángel (o mejor dicho, volví a conocerlo). De repente, me imaginé esas situaciones tan amorosas que siempre he dudado que la mente podía crear a esas horas de la noche. Es tan increíble que no se puede explicar. Se parece a esas historias que escuchas y que no puedes creértelas, pero que te encantaría poder creértelas. Es justo eso, pero contado en primera persona. Es tan grande que te supera, que te asusta. Tras hablar durante un rato, comernos con la mirada y sonreírnos cada dos-tres segundos, tuvimos una despedida con cuatro besos, alguna promesa interior y, por lo menos yo, la vuelta a casa más feliz que he tenido en toda mi vida. Le dije a un amigo: “Estoy seguro que es mi media naranja”. A lo que respondió: “Cuidado, eso es estar dando por hecho que tu también eres la suya”. Ouch!

Posdata: Soñar no es gratis.

12- DONOSTI VICE

Hace poco estaba tomándome un Belvedere con zumo de plátano en el Etxekalte, cuando se me acercó una chica muy borracha y me preguntó, mientras tocaba el bíceps de mi brazo derecho, a ver si estaba satisfecho con mi vida. Le contesté que nunca me había puesto a reflexionar sobre ello y que, por lo tanto, no podía responderle nada. La chica me miró con una cara de decepción parecida a la de un padre a un hijo, momentos después de enterarse que no es suyo. Tras unos segundos, se pegó a mí y, como si me estuviese revelando secretos de estado, me susurro al oído: “Cuidado con los vicios”. Después, tras repetirme unas cinco veces que no tenía ni facebook, ni twitter, me dijo que se iba un momento al baño. No la volví a ver. Esa frase me dio bastante que pensar. Durante mucho tiempo, desde que tengo memoria más o menos, lo único que he disfrutado en esta vida son los momentos de ocio. Y todo el mundo sabe que, con la edad, el ocio se transforma en el más absoluto vicio. La gente que se quedó (o nos quedamos) sin expectativas y sin ilusión en esta vida, malvive entre semana con la única esperanza de que la farra del fin de semana les renueve (mentalmente), para así poder aguantar hasta la siguiente. Salir, beber, fumar, tomar, sexear, apostar, engañar, etc. Estos son los verbos más importantes en nuestro vocabulario, ya que no debemos olvidar cual debe ser la clave en esta vida: Entretenerse. Ya habrá tiempo para morirse de asco. “Cuidado con los vicios”. Exacto, que ni se te pase por la cabeza el no tenerlos.

Posdata: Dudas existenciales y dolor de traquea.

11- JUSTICIA POÉTICA

-Hola. ¿Te acuerdas de mí?
-La verdad es que no me suenas de nada.
-Nos presento Marta hace tiempo.
-Hace siglos que no veo a Marta.
-Bueno, fue hace mucho tiempo. Medio año, más o menos.
-Ni idea, la verdad.
-No pasa nada. Me llamo Mikel.
-Yo Bea. Encantada.
(Se dan dos besos)
-¿Qué tal te va todo?
-Poca cosa. Espera. ¿Tú estuviste saliendo con Marta?
-No que yo sepa jeje.
-Es que recuerdo que me hablo de un hijo de puta con quien lo paso muy mal. Un puto mamón que iba mucho de listo y que la trató como una mierda.
-No sé. A mi no me contaba esas cosas. Casi ni hablábamos.
-¿De que le conoces, entonces?
-Salía con mi mejor amigo.
-Joder, seguro que es él.
-No lo creo. ¿Te apetece beber algo?
-¿Tienes como mejor amigo a un anormal o que?
-No creo que sea él. Es un tío muy agradable. ¿Bebemos algo?
-¿Cómo se llama?
-Edu.
-Vale, es él. No me acordaba hasta que te lo he oído. Que sepas que tu amiguito, el muy cabrón, le estuvo engañando durante meses con mil tías.
-Ya lo sabía. Pero yo no diría engañar.
-¿Cómo que lo sabías? Entonces desde el principio sabías que era él.
-Hay muchas versiones de esa historia. No creo que hiciese nada malo. Además, quería cambiar de tema.
-¿Que no hizo nada malo? ¿Ser infiel no es algo malo?
-Creo que ser infiel es algo malo. Pero no creo que Edu le fuese infiel.
-¿Estas de coña o qué?
-No creo que tuviesen nada hablado en relación a salir con otra gente.
-Esas cosas no se hablan. Se dan por hecho.
-Exactamente. No se hablan y se dan por hechas.
-¿Me estas vacilando?
-No, para nada, quiero decir que son cosas que salen de cada uno. O puede que nunca salgan. Si estas a gusto con una persona, no creo que las vayas a hacer. A eso me refiero.
-¿Qué coño me estas contando?
-Supongo que no estaban en ese punto de jurarse, sin decirse nada, fidelidad mutua.
-Pero es que ella sí que le respetó.
-Ella hizo lo que quería hacer, no verse con mas tíos. Esa fue la diferencia. ¿O es que ella no hizo nada con nadie solo porque pensaba que él no hacia nada con nadie?
-No se muy bien que quieres decir.
-Quiero decir que eso no va con acuerdos. Cada uno tiene que hacer siempre lo que uno quiere, hasta que un día no quieras hacer nada más que estar con tu chica. O con tu chico. Aunque, también, puede ser que ese día no llegue nunca. Resumiendo, cada uno hizo lo que quería.
-Eso es una puta mierda. Y espero que no lo digas en serio.
-Lo creo en serio. Puede que encuentres a tu media naranja, pero nadie te asegura que tú seas la suya. Luego a él le pasara lo mismo con otra persona. Le pasa a todo el mundo. Yo me enamore una vez de una chica pero ella nunca lo hizo de mí. Pensé que con el tiempo lo haría, pero jamás le prohibí verse con mas gente, no quise ser tan egoísta. Es lo que hay jeje. Pero no he venido a discutir, la verdad.
-Entonces, ¿a qué has venido?
-…

Esta fue una de las muchas conversaciones (más o menos modificada) que escuché en el Uraitz hace un par de semanas. Lo curioso de esta historia es que, y esto es verdad, me encontré a sus dos protagonistas cenando en el McDonald’s de Urbil ayer por la noche. Esta es la razón de haber escrito este fragmento de esa conversación que, al parecer, debió terminar muy bien. Si queréis tener una noche curiosa, no bebáis nada alcohol y acercaros al Uraitz, el bar donde nunca se pierde la fe.

Posdata: Ex-perimentos.